- ¿Hola?
- ¡Buenos días señor! ¿Cómo está usted? ¿Bien? Pues me alegro mu...
- ¿Quién carajo...-interrumpió el señor ya enojado, instantáneamente. Pero un ruido iracundo y soberbio lo interrumpió: siempre el karma contesta-.
- Ohhh señor -dijo la señora del otro lado del teléfono-. Usted ha perdido el auto que se había ganado, y por un motivo lamentable: sus malos modales.
- ¿Cómo? ¿Gané un auto? -dijo el viejo, algo eufórico quizá.
- Si, pero lo acaba de perder por decir una Mala Palabra.
- ¡No! Por favor señorita, perdóneme, no fue mi intención, le juro que fue Belcebú hablando a través de mi ánima.
- ¡¿Cómo?! Señor, si Belcebú, el Diablo o como usted prefiera llamarlo, habló a través de usted le tendremos que confiscar su casa...
- ¡Nonononononono! Le juro que era una mentira. Belcebú es lo peor de la humanidad, viva Macario. ¡Viva Macario!
- ¿Con que usted mintió? Ya mismo estoy llamando a la policía Macarense. En 5 minutos estarán en su casa. Adiós
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