Bendita (¿bendita?) bienvenida

Era una noche rara, incomparable con cualquier serie de anomalías jamás vividas. La banalidad, el arte del mediocre y conformista, no era una cualidad esencial por aquellas horas. No lo había sido antes, ni en aquel momento. Estaba rodeado de dos afectos (esenciales en la vida de la persona que escribe este relato/crónica) y bajo los efectos del etanol en su no tan mínima expresión. Escucho de fondo unos efectos auditivos bastante alucinógenos y robóticos. De repente empecé a mover el mouse y, algo fascinado, dije "el mouse está de fiesta". Está de más contar que la idea surgió ahí nomás, tan esporádicamente. Ah, formulé la respuesta antes que la pregunta. Error garrafal; la pregunta era si saben porque se llama así el blog. No hace falta que la formulen: la respuesta ya está escrita.